El año de las cámaras

Las cámaras de fotos están inundando nuestra vida. El regalo preferido por reyes, el objeto capturador de momentos ahora está en manos de mucha más gente que nunca antes en la historia. Miles de aficionados, fanáticos, curiosos, aburridos o prácticos se unen en esta tarea de capturar el instante para poder observarlo y distraerse con él y conservarlo durante el resto de su vida ahora que se puede (la era digital).
Algunos ven un peligro para la intimidad del fotografiado, con o sin su voluntad. Nunca se sabe a que disco duro irá a parar esa foto que te hizo un amigo.
Ántes, con las "cámaras analógicas" era más fácil, estaba todo más limitado, era más dificil compartir las fotos, sólo había una fuente, el negativo, y tu tenías esa fuente. Pero las fotos digitales son eso, unos y ceros que se copian de manera exacta y se comparten en pocos segundos por la red. Tu foto puede dar la vuelta al mundo, y no estoy hablando de derechos de autor.

Yo intento seguir una regla: nunca publicar fotos de personas sin su permiso. Y así pasa, que mis fotos son más aburridas. Es curioso, de vez en cuando reviso las estadísticas de mis fotos en Flickr para saber cuales son las más vistas (cosas mias cuando no tengo nada que hacer), entonces me llevo la sorpresa: las pocas fotos en las que aparecen personas están entre las más vistas.

Pero hoy estoy feliz por que voy a poder disfrutar de más fotos, de las que hacen mis amigos y amigas. Algunos más perezosos que otros (ni que la cámara se fuera a gastar), más creativos o más prácticos, la foto de un cubito de hielo o a la típica posando delante de algo.
Confio en que tendrán sentido común a la hora de publicarlas o de compartirlas con el vecino.