Desde mi ventana se ve la Playa

lunes, agosto 22, 2005

Diario de viaje: primer día


Ayamonte - Huelva. Viernes 29 Julio 2005

Apenas he dormido estos dos últimos días. Y es que todo ha ido un poco rápido, fue repartir las vacaciones en el trabajo el miércoles y empezar a ultimar los preparativos.

No pensé que estaría tan nervioso, y es que hasta me ha molestado sentirme así. Suelo ser más tranquilo y pocas cosas me hacen cosquillas en la barriga. Supongo que el miedo a salir, a lo desconocido, a la soledad de la carretera,… a no poder terminar este viaje. Y es que me dolería mucho no poder terminarlo.

Hoy mismo antes de salir me preocupaba mucho que la bici no pudiera aguantar el voluminoso equipaje que llevo, y es que no está acostumbrada a cargar con tantos kilos. Sería una frustración tener que parar por una avería o una falta de previsión.

Pero la hora llegó y aunque con un poco de retraso por los últimos preparativos, a las 19:00 salí de Ayamonte destino Huelva.

Me despedía mi madre y mi perrita Nawja. Me voy de casa con ganas de volver a verlos. Voy a echarlos de menos durante todo el viaje.

Pedaleo los primeros kilómetros y el miedo a que la rueda trasera, la que lleva más carga no aguantara, a que algo se rompiera, me ha tenido en vilo y apenas he disfrutado. Pero kilómetro a kilómetro he ido cogiendo confianza y poco a poco me introduzco en mi sueño y disfruto de mi trozo de libertad y me siento feliz. Esta misma mañana era una persona normal en un día normal de trabajo y ahora todo es distinto.

Como he salido tarde he tenido que variar la ruta y acortar camino por Lepe y Cartaya en vez de visitar Isla Antilla, El Portil, El Rompido y Punta Umbría. Pero es que no quería que la noche me sorprendiera.



21:15 en Huelva y Alicia me espera en una plaza cerca de su casa. Esta noche puede que sea la última noche acogedora y con comodidades en el resto del camino. Ducha, cena, compañía agradable, una cama para dormir,…

Su chico y ella han sido muy acogedores y les agradezco la estancia. La verdad es que esta primera parada en Huelva es perfecta. Mañana sólo hay 55Km hasta Matalascañas y si salgo temprano estaré allí para la hora de comer.

Mientras me dejo dormir repaso los recuerdos de este primer día. El gesto de algunos conductores que me saludaban con un pitido. Los ciclistas con los que me he cruzado. El saludo entre ciclistas es algo que se hace muy agradable. Por último cerca de Huelva, en Corrales, me he parado a hablar con un autostopista. Me habló en Inglés pero no tenía acento de serlo. Me preguntaba si la carretera por la que venía llegaba a Ayamonte. Curioso, por lo visto él venía de Málaga.