Diario de viaje: octavo día
Tarifa - Málaga. Viernes 5 Agosto 2005
Hoy escribo desde un autobús. Me lleva de vuelta a casa desde donde partí hace una semana con toda la fuerza e ilusión que tenía. Mi viaje se ha roto a mitad de camino. Esta mañana me he despertado temprano como estos últimos días y he cogido el autobús que salta la barrera de viento hasta Algeciras y la barrera de autopistas hasta Málaga. El plan era continuar desde Málaga hasta Nerja esta tarde y hacer noche allí para luego seguir, pero algo se me ha cruzado en la cabeza. Llevo estos dos últimos días pasándolo mal por el viendo y la reclusión forzosa, y aunque estoy recuperado físicamente, la fuerza que realmente importa, mi motivación, está dañada.
Hoy no quiero seguir adelante. Empecé este viaje con una idea principal: pasarlo bien mientras recorría en bici la costa de Andalucía, pero he dejado de pasarlo bien y así no tengo fuerzas para luchar contra el calor, las cuestas, las carreteras plagadas de coches, el dolor de espalda de cada noche al dormir en el suelo de una tienda de camping, y gastar y gastar dinero. Por un buen rato me he sentido peor aún que si continuara, pero el billete ya está comprado. La decisión está tomada. Al menos no tengo que darle explicaciones a nadie por que el viaje era algo mío, y los que me quieren se sentirán felices al verme de nuevo.
El resto de Andalucía queda atrás, quizás otro año vuelva para terminar y llegar a ese mítico lugar del final llamado San Juan de los Terreros en Almería.
Hoy escribo desde un autobús. Me lleva de vuelta a casa desde donde partí hace una semana con toda la fuerza e ilusión que tenía. Mi viaje se ha roto a mitad de camino. Esta mañana me he despertado temprano como estos últimos días y he cogido el autobús que salta la barrera de viento hasta Algeciras y la barrera de autopistas hasta Málaga. El plan era continuar desde Málaga hasta Nerja esta tarde y hacer noche allí para luego seguir, pero algo se me ha cruzado en la cabeza. Llevo estos dos últimos días pasándolo mal por el viendo y la reclusión forzosa, y aunque estoy recuperado físicamente, la fuerza que realmente importa, mi motivación, está dañada.
Hoy no quiero seguir adelante. Empecé este viaje con una idea principal: pasarlo bien mientras recorría en bici la costa de Andalucía, pero he dejado de pasarlo bien y así no tengo fuerzas para luchar contra el calor, las cuestas, las carreteras plagadas de coches, el dolor de espalda de cada noche al dormir en el suelo de una tienda de camping, y gastar y gastar dinero. Por un buen rato me he sentido peor aún que si continuara, pero el billete ya está comprado. La decisión está tomada. Al menos no tengo que darle explicaciones a nadie por que el viaje era algo mío, y los que me quieren se sentirán felices al verme de nuevo.
El resto de Andalucía queda atrás, quizás otro año vuelva para terminar y llegar a ese mítico lugar del final llamado San Juan de los Terreros en Almería.
escrito por nawja a las
23:24
4 Comments:
Y yo me quedé sin mi camiseta de recuerdo de San Juan de los Terreros...ay que joderse...lo que pasa es que te dió el olorcillo a ponche del Salvador!
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Anónimo, at jueves, septiembre 01, 2005 8:45:00 a. m.
Pues si me confieso, como tu, en un rinconcito de tu blog (que viene a ser como un huequito de tu corazon)he de decirte que me alegre mucho al verte...También es verdad que después de haber leido ese diario de viaje que hiciste, por el que debo de darte las gracias, ya que me ha permitido viajar a tu lado sin estarlo;tenía la esperanza de que llegaras a tan ansiado destino...pero bueno como tu bien dices "quizas otro año vuelvas para terminar".
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Anónimo, at martes, noviembre 15, 2005 4:59:00 p. m.
Jose realmente me ha emocionado, estremecido, me ha puesto los pelos de punta, cada linea que e leido, la verdad que me encantaría hacer una escapada asi, pero soñas es demasiado barato y teniendo los pies en el suelo se que no estoy preparado fisicamente, de hecho cojo la bici de verano en verano, pero me a dado mucho gusto leer tus lineas, Gracias.
Luis Vélez
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Anónimo, at jueves, marzo 09, 2006 10:07:00 p. m.
Gracias Luis. Me alegro que escribir esta aventura haya servido para algo bueno.
Puede que vuelva algún día para terminar el viaje o puede que no. Yo tampoco me considero demasiado en forma, lo que movía mis piernas eran mis sueños. Sueños por ver qué venía más adelante, cómo sería el próximo día, ... siempre adelante. Si sientes que quieres hacer algo, llevar a cabo un sueño, el día que decides hacerlo realidad merece la pena todos los riesgos y siempre te acordarás de ese día.
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nawja, at jueves, marzo 09, 2006 10:24:00 p. m.
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